Qué fácil es en este mundo, descargar una app en tu smartphone y comenzar a chatear con amigos, publicar fotos, hacer videos virales y ver contenidos de todo tipo. Pero pocos se preocupan de que en el proceso de descarga y uso de una app en muchos casos implica que estamos entregando información personal y privada a gente que no conocemos y que no sabemos qué están haciendo con estos datos nuestros. Los niños de hoy en día, no cuentan con la formación suficiente como para discernir qué es bueno y qué es malo en sus interacciones en el mundo digital. O simplemente no saben cómo reaccionar y convivir con el mundo digital de manera de auto protegerse de los potenciales problemas, tanto mentales como físicos, con los cuales se deben enfrentar.

El uso de smartphones, tablets y computadores, es masivo en los niños desde los 3 a los 15 años. El aumento en el uso de la tecnología por parte de los niños ha llevado a una creciente preocupación acerca de cómo afecta su cerebro, su cuerpo y su desarrollo socioemocional, cognitivo y físico. La infancia es un período de alta plasticidad cerebral. Durante la primeros tres años de vida, el cerebro de un niño puede crear más de un millón de nuevas conexiones por segundo – esencial para el desarrollo de audición, lenguaje y cognición (Center on the Developing Child, 2009). Estas capacidades básicas crean la base para las redes neuronales que subyacen a actividades más complejas, como la toma de decisiones y la flexibilidad cognitiva.

¿Están las redes sociales causando ansiedad entre los jóvenes?

Un informe de The Child Mind Institute, una de las principales organizaciones sin fines de lucro dedicadas a la salud mental infantil y el desarrollo del cerebro, sugiere que sí. Según el informe, el 97 % de los participantes indicaron que usaban las redes sociales y el 47 % de los participantes se clasificaron como ansiosos.
El riesgo es aún mayor entre los adolescentes. Según el informe “Redes sociales, vida social”, arroja luces sobre los hábitos cambiantes de los adolescentes en las redes sociales y por qué algunos niños se ven profundamente afectados y conectados a sus mundos digitales. El informe encuestó a más de 1000 niños de 13 a 17 años de edad. La investigación brinda una perspectiva impactante sobre el efecto de las redes sociales en la ansiedad y el efecto a largo plazo que esto puede tener en los jóvenes.

Resultados Interesantes:

  • El 70% de todos los encuestados informan que a veces no han sido tomados en cuenta o excluidos en interacciones digitales de grupos en redes sociales.
  • El 35% ha sufrido ciberacoso.
  • El 30% de los niños y adolescentes cumplirían criterios para padecer un trastorno de ansiedad.
  • El 80% de los niños y adolescentes cumplirían los criterios para padecer un trastorno de ansiedad y nunca recibirán ayuda.

Estos resultados son curiosamente similares a otros estudios que se han generado en cuanto a la educación sexual de niños y adolescentes, y el impacto que una deficiente educación en este sentido genera en los jóvenes. Sin embargo se han dado grandes pasos en referencia a la educación sexual, siendo esta cada vez más incluída en currículums escolares en tempranas edades, lo que a su vez ha generado que cada vez más niños y jóvenes sepan reaccionar y protegerse ante experiencias potencialmente peligrosas relacionadas al sexo. Y lo mismo sucede con la educación sexual que se da en casa, ya que los padres cuentan con muchisimas herramientas mediante las cuales pueden apoyar, contener y educar a sus niños.

La tecnología afecta congnitiva, emocional y físicamente a los niños, y es por esto que se debería educar a estos, en tempranas etapas, a lidiar correctamente con este mundo digital que nos rodea, conociendo tanto los beneficios como los peligros y amenazas que suponen.
¿Cómo lidiar con el ciberacoso?¿Qué debo saber cuando descargo una app o me inscribo en una plataforma de social media?¿Cómo denunciar peligros en plataformas digitales?
Creo que este tipo de habilidades blandas deben ser inculcadas urgentemente en nuestros niños, tanto a través de la educación escolar primaria y secundaria, como a través de la educación que en casa les pueden inculcar sus padres. Es urgente el que existan políticas públicas que propicien y abran esta discusión lo más ampliamente posible demanera de que las nuevas generaciones.